Libérate del miedo y la inseguridad en 3 pasos

Hemos empezado por renovar nuestro entorno, después nuestro cuerpo, y ahora vamos a renovar nuestras emociones. Y por una razón fundamental: TU NIVEL DE FELICIDAD ES LA SUMA DE TUS EMOCIONES DIARIAS. (Si te perdiste los artículos anteriores puedes leerlos aquí mismo en el blog).

Se me abrieron los ojos de par en par cuando me di cuenta de que muchas de nuestras emociones las sentimos por hábito: la rabia llega a ser un hábito, la tristeza llega a ser costumbre, y el miedo y la inseguridad pueden haber llegado a ser un hábito inconsciente para ti.

Por otro lado, SI ESTÁS DISPUESTA A PRACTICAR, la felicidad se convierte en un hábito, la alegría se convierte en una costumbre, la confianza y el coraje se instalan como un hábito en tu vida.

Posiblemente, lo mejor que podemos renovar son nuestros hábitos ya que, en este viaje de la vida, acabamos por convertirnos en aquello que hacemos, SENTIMOS y pensamos cada día.

Y una de las emociones que más frenan nuestra vida, que nos condenan a una vida más pequeña, que atrofian nuestro potencial y marchitan nuestra luz es EL MIEDO. El miedo con todas sus caras: inseguridad, ansiedad, “me da corte”, angustia, “me daría mucha vergüenza”, pánico, “tengo una fobia”, “yo no puedo hacer eso”…

Por miedo no hago lo que me gusta, por miedo estoy sola o mal acompañada, por miedo me escondo de la vida que podría y me entusiasmaría vivir.

No quiero esa vida para mí (lo sé porque la probé durante mucho tiempo), y tampoco la quiero para ti. Aunque lo que importa es:

¿Quieres TÚ esa vida?

Si la respuesta es NO, aquí tienes 3 pasos que enseño a todas mis clientas (porque todas tenemos miedo, ni por un momento creas que estás sola en esto). Sigue estos pasos y el miedo sólo será como un perrito un poco feo que te sigue de vez en cuando. Incómodo sí, pero inofensivo.

1. RECORDAR: ¿Recordar qué? Recordar que SENTIR MIEDO NO SIGNIFICA NECESARIAMENTE QUE HAYA UN PELIGRO. A menudo significa que no confío en la vida, ni en los demás ni en mí misma. ¿Y sabes qué?
La única manera de aprender a confiar es dando un paso hacia delante para comprobar que el suelo no se va a resquebrajar a tus pies, sino que la vida te va a abrazar por valiente.

2. SENTIR: El miedo te paraliza sólo por una razón: TE ASUSTA SENTIRLO. Ahora prueba el sistema de las valientes. La próxima vez que sientas miedo o te sientas insegura díte esto a ti misma: “Siento miedo ahora, sí. Y ESTOY DISPUESTA A SENTIR LO QUE TENGA QUE SENTIR, pero eso no me va a parar”. Después limítate a darte cuenta que tienes ciertas sensaciones en tu cuerpo (la boca seca, el corazón latiendo rápido, una sensación en el estómago… ¡eh! Sólo son unas pocas sensaciones, ¿qué más da? Se pasarán en un rato, como siempre lo hacen). Y observa que a tu mente le encantaría ahora que le dieras “barra libre” para emborracharte con un montón de escenarios apocalípticos que al final no suceden.

3. ACTUAR: Actúa en la dirección opuesta. Haz lo contrario de lo que el miedo y la inseguridad te piden que hagas: haz esa llamada, sonríele a ese chico, di “no” y ni siquiera trates de justificarte, súbete a ese avión, o a ese proyecto o a esa relación, a una nueva vida.

¿Quieres saber si este sistema también te funcionará a ti? Tendrás que probarlo : )

Y después te invito a CELEBRARLO, porque acabas de dar un paso que tiene la capacidad de transformar tu vida, ¡y cuéntamelo!

¿Te has preguntado alguna vez QUIÉN PODRÍAS LLEGAR A SER SI EL MIEDO YA NO PUDIERA DETENERTE?

Te deseo toda la decisión y la curiosidad que hace falta para probar otra forma de estar en este mundo.

goal-729567